Para llegar a la Laguna Negra de Soria, tomaremos la N-122 desde Soria hasta Cidones, aquí el desvío a Vinuesa, por la carretera SO-810. Esta carretera discurre bordeando el embalse de la Cuerda del Pozo, y sale a la carretera SO-820, que seguiremos en dirección a Vinuesa. Poco antes de llegar al pueblo nos desviamos por la carretera SO-830, en dirección a Montenegro de Cameros.
De esta última carretera nos desviaremos por una pista que indica hacia la Laguna Negra de Soria. Unos once kilómetros más adelante se llega a un aparcamiento en El paso de la Cerrá, pues la circulación de vehículos no está permitida en épocas de máxima afluencia que anuncia un sencillo paseo de 2 kilómetros (en verano y Semana Santa existe autobús). El resto del año se puede llegar con el vehículo hasta el final de la pista forestal asfaltada.
Casa del Parque Natural de los Circos Glaciales de Urbión y Laguna Negra
Otra opción muy útil es llegados a Vinuesa, visitar previamente la casa del Parque, donde podremos prepararnos y recabar información sobre nuestra visita. Se encuentra en el kilómetro 3 de la Carretera de la Laguna Negra de Soria. El teléfono es el 975 378 031.
Estudios geológicos indican que la oscilación climática cuaternaria determinó el modelado glaciar del paisaje en el que se ubica la Laguna Negra de Soria, la sierra que domina con su pico de 2228 metros de altitud toda esta área, cerca del cual nace el río Duero.
La Laguna Negra de Soria y las otras lagunas de Urbión
No es la laguna que nos ocupa un elemento único sino que forma parte de un sistema lagunar generado por la sobre excavación de la base de los de los circos que cerrados por morrenas impiden la evacuación de sus aguas. Otras lagunas próximas son la laguna Helada, la laguna Larga, laguna Mansegosa y laguna del Hornillo ecosistemas acuáticos de notable singularidad incluidas en el catálogo Regional de Zonas Húmedas de Castilla y León.
Cerca del pico de Urbión existía en el cuaternario un glaciar que se iniciaba y descendía por el cinturón rocoso que cierra la Laguna Negra de Soria hasta el valle del Revinuesa. Como muestra de esta actividad glaciar existen acumulaciones de materiales, tierra y piedras formando la morrena, suave montículo cubierto hoy de vegetación y el talud que cierra y bordea la Laguna Negra de Soria sobre el que hoy se encuentra la pasarela. Muestra de la ingente fuerza de acarreo de la masa de hielo son los grandes bloques de piedra que podemos contemplar con sus agudas y marcadas aristas como gigantes cuerpos geométricos tallados por escultor, enormes bloques de roca que cuanto más alejados de la laguna señalan periodos más fríos en los que el glaciar avanzó hasta cotas más bajas en el valle.
Al interés geológico de la zona hay que añadir la belleza inmensa que tanto flora como fauna aportan todo ello ha motivado su incorporación de la a la Red Natura 2000, formando parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y lugar de importancia comunitaria (LIC) sierra de Urbión y Cebollera.
Flora y fauna en la Laguna Negra de Soria
En cuanto a la flora, el elevado nivel de precipitaciones y las temperaturas frescas han determinado la existencia de una gran extensión boscosa de pino silvestre o albar (Pinus sylvestris) que cubre casi por completo los valles del Revinuesa y Duero. Se trata de la mayor extensión boscosa de la Península Ibérica, que dicen recuerda a los bosques boreales de Siberia. En laderas umbrías con fuertes pendientes, aparece el haya (Fagus sylvática) que origina bellísimas tonalidades del bosque en otoño, por encima de los 1800 metros. Debido a las condiciones extremas invernales son los prados de frescos pastos y el matorral los que hacen acto de presencia: el biércol (Calluna vulgaris) el enebro rastrero (Juníperus alpina) y el arándano (Vaccinium myrtillus).Destacan algunas endemismos exclusivos de la Sierra de Urbión como la armería (Armeria losae) y la margarita alpina (Leucanthemopsis alpina) junto a otras especies propias de la flora alpina o pirenaica.
Abundante e interesante también es la fauna. Desde el coleóptero (Rosalia alpina), asociado a los hayedos, protegido en la legislación nacional e internacional, como el lagarto verde y la víbora áspid. Mamíferos habituales son la ardilla, garduña, zorro, comadreja, tejón, ciervo, corzo y jabalí. Más raros y esporádicos son el lobo, la nutria y el visón europeo. En los pinares se encuentran aves de pequeño tamaño como el piquituerto, el carbonero palustre, la chocha perdiz, el agateador común, el trepador azul o el pinzón vulgar, entre otros; en las zonas abiertas de alta montaña se puede ver acentor alpino, collalba gris o bisbita alpina. Aunque su valor como (ZEPA) radica sobre todo, en la presencia de aves rapaces como águila culebrera, halcón peregrino, águila real y por la presencia limitada de perdiz pardilla.
Pero la Laguna Negra de Soria, bella y misteriosa, desde siempre en el lugar se ha dicho de ella que no tiene fondo, une a su valor natural el mitológico y literario. De ello se hizo eco el universal Antonio Machado, poeta que impresionado por su belleza y las leyendas que le contaran alrededor del paraje y sus gentes, la convirtió en lugar de peregrinación literaria al situar en ella su romance “La tierra de Alvargónzález”, pero de ello hablaremos en otra ocasión.
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